A veces me pregunto sobre la necedad del ser humano
acomodado. El buen vivir, el que a mí no me falte.
Creo que nunca entenderé, en estos tiempos de
tecnologías y prisas donde el hoy ya es ayer. Donde la información, (en gran
medida sesgada y utilizada,) no es contrastada y, donde la pereza se impone.
Por qué hemos dejado de razonar, de luchar, de valorar.
La cultura y la educación propia, la que aportamos a
esta sociedad y, damos a nuestros hijos de una manera gratuita y sin preguntas,
está basada tantas veces en un gasto innecesario y, en conseguir las cosas sin
esfuerzo.
A nuestra edad adulta nos importa más un partido de
fútbol que la preocupación del por qué estamos destruyendo lo que tanto ha
costado construir.
La herencia de nuestros padres, que sin tantos
medios, fueron capaces de ser cultos, de
transmitir valores, de educar, de enseñarnos a pensar y no, de cómo pensar;
para poder ser parte de una sociedad rica en espíritu, lucha y capacidad, se ha
esfumado.
Ahora nos guían (no a todos) destruyendo anhelos y
venciendo valores. Lo hacen sin esfuerzo.
Y nosotros ajenos a sabiendas, aplaudimos el gol de nuestro equipo mirando un
televisor. Olvidándonos por completo que España está perdida. Ahora ya no vale
quejarse, ahora… Ajo y agua.
*José Manuel Salinas*
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