miércoles, 2 de julio de 2014

NI REGENERACIÓN NI RENOVACIÓN. SOLO "CASTA"




Inactividad o errores a sabiendas. Parches sobre la marcha para mantener privilegios. Hilando de esta manera sobre todo y ante todo, el poder seguir agarrados al poder.

Sí, hablo de nuestros políticos. Esos, que se piensan superiores. Esos, que se creen que nos tienen como siervos sin derechos, domesticados a su servicio. Sí, esos, puestos a dedo y con cargos hereditarios cosidos al variado apellido.

Utópicos sobre el papel.  Cabezas iluminadas e inteligentes. Organizados ilusionistas que se aprovechan de la desgana y de la baja cultura, de su mal llamada gente. Pero sobre todo, se saben hábiles para explotar y llevar a su beneficio el adoctrinamiento del engaño, muy bien introducido y llevado a cabo durante años. Y lo más importante, el hacernos creer con ello, que vivimos en una verdadera democracia, que pensamos libremente y decidimos por nosotros mismos.

Pues, ni una cosa ni la otra. En una gran parte, todo es mentira.

Como bien es sabido, ya se preocuparon allá por el año 78, de dejar ciertas cosas bien atadas. Tales como, la Monarquía y la sumisión del pueblo. Para dirigirlo después con la facilidad y el engaño de votar unas listas cerradas.  Lo cual envolvieron  todo de un papel brillante, lujosos lazos incluidos, la panacea en libertad y democracia. Otras tantas cosas solo se sobrehilaron, con el fin de coser después, (a veces con doble costura) a conveniencia, en su propia necesidad y en función de lo angosto del momento.

Se sentían, en realidad, cómodos cubiertos con la misma manta. Llegaron a adoptar el bipartidismo como suyo. Hablo de esos partidos tan poco democráticos en su esencia, la de sus estatutos. Donde sigue mandando el señorito de turno, proclamado y subido desde las bases, no por merecimiento en muchos casos, sino por ser hijo de partido, o del jerarca anterior. Aquí también ha existido y sigue en boga, esa herencia no siempre meritoria. Estos partidos que entienden la alternancia en el poder, como unas vacaciones merecidas y bien pagadas. Dejando las migajas, que no son pocas y muy caras, a partidos más pequeños pero, tan iguales como ellos. Todo es el mismo circo, bestias y payasos incluidos.

Creo que la función está acabando de una mala manera, ha durado mucho, demasiado.

No se ha respetado esa parte legal y, que en convencimiento nos dimos los españoles al votar la constitución. (Única vez que votamos libres, sin listas, con la validez de un español un voto.) Tampoco se ha respetado, o en su caso ha sido ninguneada por el gobierno de turno, el resto de partidos en la oposición, y por supuesto no poner en práctica su totalidad. Tal vez no ha convenido, al menos no de una manera clara. Se ha degradado, en realidad la han degradado y  por partes podrido.

La Constitución con mayúsculas, es toda base en la cual se sostiene el estado, la convivencia y las normas básicas de entendimiento. 

De una manera torticera han anulado la separación de poderes. Bien descrito en la Carta Magna. En contra de lo que suelen llevar como garantía en sus programas, o más bien en panfletos baratos. Habida cuenta que apenas cumplen sus promesas en ellos descritas. La corrupción sin castigo acampa a sus anchas. Se han aprovechado de ser aforados, de invitar a serlo a personas y cargos de simpleza manifiesta, pero con un mismo interés común.

Han desembarcado en los poderes de la justicia. Repartiéndose los supuestos cupos entre ellos. Siguen siendo los mismos políticos, los mismos partidos, incluidos los partidos satélites, más pequeños, pero grandes en alboroto de todo tipo. A veces, no del todo dentro de lo legal.

Parte de la justicia sometida, imantada desde las cúpulas en un hacer escudo amigable y contra natura. Delegando en cascada desde el mismo tribunal Constitucional. No del todo eficaz y en la mayoría de veces innecesario.

Menosprecian, apartan, a los no afines a los tribunales supremos. Máxima garantía e imparcialidad de administrar justicia. Cumplidores soberanos e independientes. Sometiendo, supuestamente, al resto para nuestra desgracia y por ende la del País.

Un poder legislativo, en unas cortes influenciadas de los todos a una. Bloque cerrado y sin fisuras. Diputados que se dicen representantes del pueblo. Cuando el pueblo no los ha elegido de una manera directa. Están ocupando escaño, poco más hace la mayoría, por estar puestos a dedo en esas famosas listas cerradas. Al pueblo se le representa por voto directo a la persona, a la cual pedirá responsabilidades y explicaciones de lo hecho con la confianza depositada. No olvidemos que los votos son prestados, al contrario de lo que creen los políticos, cuando intentan hacerlos suyos a perpetuidad, a sabiendas de que no les pertenecen.

Unos poderes ejecutivos que han permitido los reinos de taifas, como son las autonomías. Autonomías, cada vez más convencido que inventadas por y para beneficio de los mismos. Sirven para muy poco, salvo duplicar competencias y sobre todo gastos, insaciables ellas, incorregibles ellos. Presionando al ciudadano con impuestos, en la mayoría de veces confiscatorios, para mantener un mismo circo. En el cual solo ríen ellos.

Mucho y con prisa tiene que cambiar la situación actual. La preocupación se está acrecentando. Miedo a que despierte esta sociedad políticamente perezosa, en tantas ocasiones manipulada, engañada y a veces cobarde acomodada ante ciertas situaciones.

Somos un país de extremos con todo lo que conlleva esa situación no manejada de peligro.

El ejecutivo lo sabe, y aplaca con los famosos parches, pero nada es eterno. Ahora, el pueblo  está sumido en su día a día, que no es otro que el de la supervivencia.

Estos desgobiernos están asustados ante ese despertar de la sociedad civil. Ahora, y gracias a políticas erróneas, sociedad desvertebrada y enfrentada. Por los hechos propios de una política manejada por cuatro. Al final en beneficio (y siempre es igual) de ellos mismos, de sus acólitos cercanos y poderes económicos en la sombra.


Catastrófico e inmoral me parece. Catastrófico para esta España desgobernada y perdida. Inmoral, para unos españoles que creyeron en una democracia, (no es real la que tenemos) en la unión de un pueblo, para ser mejores en el amplio sentido de la palabra. De ser iguales en la posible abundancia, también la intelectual en su caso. Nacimos para ser  Grandes.

Mucho y más, tienen que cambiar las cosas en España. Corremos el riesgo de que el país se vaya desgarrando, diluyendo en post de unas cada vez más presentes utopías.

Somos el país más antiguo de Europa, pertenecemos supuestamente a ese grupo de potencias a nivel mundial. No es de recibo estar donde estamos, ni merecido tener está oligarquía. (Que de una forma despectiva llamaría  “Casta”)

 La culpa es siempre, también los pecados de lo mal hecho, del que se muere, olvidando que en muchas ocasiones es provocado e incluso hostigado por manos negras en la sombra…


*José Manuel Salinas*

3 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo amigo. Todo lo que has dicho junto con una traicion permanente a nuestro pais, es lo que define a nuestra clase (casta) politica.
    Miguel Murcia

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  2. Desde luego, lo has bordado...es limpio, concreto. Fiel reflejo de esta España.
    Mi enhorabuena, Salinas...porque esto si es más Salinas que nunca.
    ;)

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  3. Haces una verdadera radiografía de la situación política de lo que esta sucediendo en España, situación creada por los politicos que gobiernan o no gobiernan en nuestro país. Llevas razón en todos tus comentarios. Un gran cambio debía de realizarse para que todo funcionara bien.
    Un saludo,
    José Conesa

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