Inactividad
o errores a sabiendas. Parches sobre la marcha para mantener privilegios.
Hilando de esta manera sobre todo y ante todo, el poder seguir agarrados al
poder.
Sí,
hablo de nuestros políticos. Esos, que se piensan superiores. Esos, que se creen que nos tienen como siervos sin
derechos, domesticados a su servicio. Sí, esos, puestos a dedo y con cargos
hereditarios cosidos al variado apellido.
Utópicos
sobre el papel. Cabezas iluminadas e inteligentes. Organizados ilusionistas que se
aprovechan de la desgana y de la baja
cultura, de su mal llamada gente. Pero sobre todo, se saben hábiles para
explotar y llevar a su beneficio el adoctrinamiento del engaño, muy bien
introducido y llevado a cabo durante años. Y lo más importante, el hacernos
creer con ello, que vivimos en una verdadera democracia, que pensamos
libremente y decidimos por nosotros mismos.
Pues,
ni una cosa ni la otra. En una gran parte, todo es mentira.
Como
bien es sabido, ya se preocuparon allá por el año 78, de dejar ciertas cosas
bien atadas. Tales como, la Monarquía y la sumisión del pueblo. Para dirigirlo
después con la facilidad y el engaño de votar unas listas cerradas. Lo cual envolvieron todo de un papel brillante, lujosos lazos
incluidos, la panacea en libertad y democracia. Otras tantas cosas solo se sobrehilaron, con el fin de coser después, (a
veces con doble costura) a conveniencia, en su propia necesidad y en función de
lo angosto del momento.
Se
sentían, en realidad, cómodos cubiertos con la misma manta. Llegaron a adoptar
el bipartidismo como suyo. Hablo de esos partidos tan poco democráticos en su
esencia, la de sus estatutos. Donde sigue mandando el señorito de turno,
proclamado y subido desde las bases, no por merecimiento en muchos casos, sino
por ser hijo de partido, o del jerarca anterior. Aquí también ha existido y
sigue en boga, esa herencia no siempre meritoria. Estos partidos que entienden
la alternancia en el poder, como unas vacaciones merecidas y bien pagadas.
Dejando las migajas, que no son pocas y muy caras, a partidos más pequeños
pero, tan iguales como ellos. Todo es el mismo circo, bestias y payasos
incluidos.
Creo
que la función está acabando de una mala manera, ha durado mucho, demasiado.
No
se ha respetado esa parte legal y, que en convencimiento nos dimos los
españoles al votar la constitución. (Única vez que votamos libres, sin listas,
con la validez de un español un voto.) Tampoco se ha respetado, o en su caso ha sido ninguneada por el gobierno de turno, el resto de partidos en la
oposición, y por supuesto no poner en práctica su totalidad. Tal vez no ha
convenido, al menos no de una manera clara. Se ha degradado, en realidad la han
degradado y por partes podrido.
La
Constitución con mayúsculas, es toda base en la cual se sostiene el estado, la
convivencia y las normas básicas de entendimiento.
De
una manera torticera han anulado la separación de poderes. Bien descrito en la
Carta Magna. En contra de lo que suelen llevar como garantía en sus programas,
o más bien en panfletos baratos. Habida cuenta que apenas cumplen sus promesas
en ellos descritas. La corrupción sin castigo acampa a sus anchas. Se han
aprovechado de ser aforados, de invitar a serlo a personas y cargos de simpleza
manifiesta, pero con un mismo interés común.
Han
desembarcado en los poderes de la justicia. Repartiéndose los supuestos cupos
entre ellos. Siguen siendo los mismos políticos, los mismos partidos, incluidos
los partidos satélites, más pequeños, pero
grandes en alboroto de todo tipo. A veces, no del todo dentro de lo legal.
Parte
de la justicia sometida, imantada desde las cúpulas en un hacer escudo amigable
y contra natura. Delegando en cascada desde el mismo tribunal Constitucional. No
del todo eficaz y en la mayoría de veces innecesario.
Menosprecian,
apartan, a los no afines a los tribunales
supremos. Máxima garantía e imparcialidad de administrar justicia. Cumplidores
soberanos e independientes. Sometiendo, supuestamente, al resto para nuestra
desgracia y por ende la del País.
Un
poder legislativo, en unas cortes influenciadas de los todos a una. Bloque
cerrado y sin fisuras. Diputados que se dicen representantes del pueblo. Cuando
el pueblo no los ha elegido de una manera directa. Están ocupando escaño, poco
más hace la mayoría, por estar puestos a dedo en esas famosas listas cerradas.
Al pueblo se le representa por voto directo a la persona, a la cual pedirá
responsabilidades y explicaciones de lo hecho con la confianza depositada. No
olvidemos que los votos son prestados, al contrario de lo que creen los
políticos, cuando intentan hacerlos suyos a perpetuidad, a sabiendas de que no
les pertenecen.
Unos
poderes ejecutivos que han permitido los reinos de taifas, como son las
autonomías. Autonomías, cada vez más convencido que inventadas por y para
beneficio de los mismos. Sirven para muy poco, salvo duplicar competencias y
sobre todo gastos, insaciables ellas, incorregibles ellos. Presionando al
ciudadano con impuestos, en la mayoría de veces confiscatorios, para mantener
un mismo circo. En el cual solo ríen ellos.
Mucho
y con prisa tiene que cambiar la situación actual. La preocupación se está
acrecentando. Miedo a que despierte esta sociedad políticamente perezosa, en
tantas ocasiones manipulada, engañada y a veces cobarde acomodada ante ciertas
situaciones.
Somos
un país de extremos con todo lo que conlleva esa situación no manejada de
peligro.
El
ejecutivo lo sabe, y aplaca con los famosos parches, pero nada es eterno.
Ahora, el pueblo está sumido en su día a
día, que no es otro que el de la
supervivencia.
Estos
desgobiernos están asustados ante ese despertar de la sociedad civil. Ahora, y
gracias a políticas erróneas, sociedad desvertebrada y enfrentada. Por los
hechos propios de una política manejada por cuatro. Al final en beneficio (y
siempre es igual) de ellos mismos, de sus acólitos cercanos y poderes
económicos en la sombra.
Catastrófico
e inmoral me parece. Catastrófico para esta España desgobernada y perdida.
Inmoral, para unos españoles que creyeron en una democracia, (no es real la que
tenemos) en la unión de un pueblo, para ser mejores en el amplio sentido de la
palabra. De ser iguales en la posible abundancia, también la intelectual en su
caso. Nacimos para ser Grandes.
Mucho
y más, tienen que cambiar las cosas en España. Corremos el riesgo de que el
país se vaya desgarrando, diluyendo en post de unas cada vez más presentes
utopías.
Somos
el país más antiguo de Europa, pertenecemos supuestamente a ese grupo de
potencias a nivel mundial. No es de recibo estar donde estamos, ni merecido
tener está oligarquía. (Que de una forma despectiva llamaría “Casta”)
La culpa es siempre, también los pecados de lo
mal hecho, del que se muere, olvidando que en muchas ocasiones es provocado e
incluso hostigado por manos negras en la sombra…
*José
Manuel Salinas*
Completamente de acuerdo amigo. Todo lo que has dicho junto con una traicion permanente a nuestro pais, es lo que define a nuestra clase (casta) politica.
ResponderEliminarMiguel Murcia
Desde luego, lo has bordado...es limpio, concreto. Fiel reflejo de esta España.
ResponderEliminarMi enhorabuena, Salinas...porque esto si es más Salinas que nunca.
;)
Haces una verdadera radiografía de la situación política de lo que esta sucediendo en España, situación creada por los politicos que gobiernan o no gobiernan en nuestro país. Llevas razón en todos tus comentarios. Un gran cambio debía de realizarse para que todo funcionara bien.
ResponderEliminarUn saludo,
José Conesa